En un gobierno comunista ideal, los alimentos, al igual que todos los recursos materiales, son propiedad del Estado y se distribuyen a todas las personas por igual. Sin embargo, la realidad no siempre ha reflejado este ideal. Cada gobierno comunista ha implementado diversos sistemas para distribuir los alimentos. Una de las mejores maneras de entender estos sistemas es investigando los diferentes gobiernos comunistas individualmente.
Me di a esa tarea y en mi investigación en Internet
comprobé que en sólo dos países del mundo persiste un sistema de racionamiento
de alimento para la población: Cuba y Corea del Norte, ambos con gobiernos
comunistas. China y la antigua URSS, ante su total fracaso, lo eliminaron. Como
tanto se ha hablado de la libreta de racionamiento cubana, preferí dedicarme a
buscar la información de Corea del Norte y aquí se las presento:
En Corea del Norte, las raciones de arroz se
recortaron por primera vez en 1973. Quien recibía 700 gramos al mes empezó a
recibir 607. En 1987, la ración cayó a 547 gramos. El gobierno de Corea del
Norte nunca ha llamado a estos recortes por su nombre. Estas disminuciones de
las raciones de arroz han sido llamadas “donaciones voluntarias” al gobierno.
En tiempos de escasez, el hambre se convierte en la última de las ofrendas de
los ciudadanos a un gobierno que no puede garantizar la disponibilidad de
alimentos.
El racionamiento también aplica para la soya, los
huevos y otros productos básicos. La carne se distribuye unas pocas veces al
año. En otoño, ocasionalmente, se distribuyen manzanas y melones. Corea del
Norte no se ha recuperado de la hambruna de la década de los noventa cuando, se
calcula, murieron de hambre dos millones
de personas, aunque el Estado reconoce sólo la pérdida de ciento cincuenta mil
vidas.
El gobierno impuso el racionamiento de alimentos,
que estaba destinado a proporcionar comida gratis a toda la población. Sin
embargo, debido a la escasez de víveres, en repetidas ocasiones, como se
aprecia, el gobierno redujo la cantidad
de estas raciones, hasta que el sistema se derrumbó en 2004. Aunque algunos alimentos siguen siendo
racionados por el gobierno en las grandes ciudades, la mayoría de la gente
tiene que conseguir comida pagando por ésta, a pesar de los salarios
extremadamente bajos. Corea del Norte ha tenido dificultades para alimentar a
su población en reiteradas ocasiones y, a veces, ha dependido de la ayuda
extranjera para conseguir alimentos y proyectos de saneamiento de agua.
En la actualidad, un tercio de los niños de Corea
del Norte padecen graves problemas de desnutrición debido a que el régimen
genocida que lleva las riendas del país ha reducido drásticamente la cantidad
de alimentos que proporciona a sus ciudadanos con los cupones de racionamiento,
que han pasado de aportar 1.400 calorías diarias a tan sólo 700 (lo
recomendable es ingerir entre 2.000 y 2.500 calorías cada jornada).
Corea del Norte es
gobernada férreamente por el imberbe Kim Jon Un, quien cree que lanzar ataques
nucleares a Occidente es una gracia de videojuego y que lleva en sus genes las
barbaridades de su padre dictador. La pregunta es: ¿Será una gran hambruna la que
le espera al tercer país del mundo, que ya en manos del comunismo, y con otros
loquillos gobernando, quiere imponer un
sistema biométrico de captahuellas para dominarnos con el racionamiento de
comida?
HAMBRUNA INFANTIL
EN COREA DEL NORTE