martes, 24 de marzo de 2015

En aquel imperio se vive feliz

Isaac Villamizar

El imperio norteamericano es la federación más antigua del mundo. Es una república constitucional, democrática y representativa, en la que el mandato de la mayoría es regulado por los derechos de las minorías, protegidos por la ley. En el imperio norteamericano el gobierno está supeditado a un sistema de controles y equilibrios, definidos por la Constitución, que se respeta por todos los ciudadanos como el documento legal supremo del país. En el imperio norteamericano el poder legislativo bicameral aprueba fondos públicos y tiene el poder de destituir a funcionarios del gobierno. El poder ejecutivo puede vetar proyectos de ley antes que se conviertan en oficiales y nombra a los miembros del gabinete, previa aprobación del Senado, y a otros oficiales, quienes ciertamente hacen cumplir las leyes federales y políticas. En el imperio norteamericano los jueces de la Corte Suprema, a pesar de su nombramiento por el Presidente, también con la aprobación del Senado, suprimen las leyes cuando son inconstitucionales. Tienen nueve magistrados que sirven de manera permanente. El Presidente puede durar en ejercicio sólo dos periodos constitucionales.

En el imperio norteamericano todas las leyes y procedimientos gubernamentales están sujetos a revisión judicial y se anula cualquier norma que esté en contra de la Constitución. En el Artículo I de la Constitución del imperio norteamericano se garantiza el derecho al “gran recurso” del habeas corpus -que no puede ser suspendido- institución jurídica que protege los arrestos y detenciones arbitrarias y que asegura los derechos básicos del detenido. Y el Artículo III de la Constitución del imperio norteamericano garantiza el derecho a un juicio con jurado  en todos los casos penales.

En el imperio norteamericano la economía mixta capitalista se caracteriza por abundantes recursos naturales, una infraestructura desarrollada y una alta productividad. Tiene el sexto  PIB per cápita  más alto del mundo y está en el segundo lugar del Índice de Competitividad Global. El imperio norteamericano es el tercer exportador mundial, constituyendo el automóvil su principal rubro, a pesar de que por cada 1000 norteamericanos casi 800 tienen vehículo. El imperio norteamericano es el tercer exportador de petróleo más importante en el mundo. Sin embargo, con su política energética actual está dando grandes pasos hacia la independencia en esta área, en la que se destaca inversiones considerables en energía nuclear, térmica, solar, eólica y un incremento de interés en los biocombustibles  -bioetanol  y  biodiesel-  derivados   de  desperdicio  agrícola   común,  que  pudiera   reducir  su   gasto   en  petróleo extranjero y mejorar la seguridad energética.

En el imperio norteamericano, de las personas mayores de 25 años, el 85% se ha graduado en la escuela secundaria y el 53% ha asistido a algún college. La tasa de alfabetización es del 99%, y según la ONU su índice de educación es el duodécimo más alto del mundo. En el imperio norteamericano se encuentran tanto el mayor número de estudiantes universitarios en el mundo, como las universidades más prestigiosas y de mayor fama como Harvard, Yale, Berkeley, Stanford y el Instituto Tecnológico de Masachusetts. El imperio norteamericano es el líder en la investigación científica e innovación tecnológica. Es el responsable del desarrollo de Internet y casi la mitad de sus hogares tienen acceso a banda ancha. La mayor parte de los ingresos para la investigación y desarrollo, un 64%, provienen del sector privado, y es el abanderado mundial en publicaciones de investigación científica y en su factor de impacto.

En el imperio norteamericano el gasto en el sistema de atención a la salud sobrepasa al de cualquier otra nación, tanto en términos de gastos per cápita como en porcentaje de PIB. La Organización Mundial de la Salud ha colocado el sistema de salud del imperio norteamericano en primer lugar en capacidad de respuesta, en el que se ha invertido tres veces más que cualquier país de Europa en investigación biomédica. El imperio norteamericano es sede de los mejores centros médicos del mundo y muchos de sus  hospitales más importantes están afiliados a grandes corporaciones o escuelas de medicina, lo cual hace posible que ellos alberguen cerca del 70% de los pacientes médicos del país. En el imperio norteamericano se encuentran el Hospital Jhons Hopkins, la Clínica Mayo, el Hospital General de Massachusetts y la Clínica Cleveland, como los mejores hospitales del país y del mundo.
La pregunta es obvia. ¿Dónde se vivirá más feliz? ¿En el imperio norteamericano o donde impera la miseria, la corrupción, la impunidad y la ineficiencia?

jueves, 19 de marzo de 2015

Nativos digitales

Isaac Villamizar
Leer un comics impreso, presentar una actividad en lámina bond, consultar una tarea en un libro de 200 hojas, participar en juegos tradicionales tirando dados o moviendo fichas y, casi incluso, tener una mascota verdadera, ya es cuestión del siglo pasado para los niños digitales. Pertenecen a otra civilización. Nos ven a loa adultos como obsoletos en muchas de nuestras acciones. Los nativos digitales aprecian el mundo bajo otra óptica, la suya propia. El auge de Internet, la telefonía móvil, y todos los medios de la tecnología digital han transformado de fondo la educación, la comunicación y la socialización, cambiando en los niños digitales sus formas de aprehender y de integrarse a esta nueva realidad.
El término nativo digital u homo sapiens digital fue acuñado por Marc Prensky, en un Artículo publicado en el 2001 en “On the Horizon”, para identificar a todas aquellas personas que nacieron durante la décadas de 1980 y 1990, cuando la tecnología digital estaba bastante adelantada y al alcance de muchos. Toman  muy bien, desde temprana edad, un móvil, una Tablet o un PC y lo utilizan sin mucho entrenamiento previo. Rodeados de esta tecnología, desarrollan otra manera de pensar y de entender lo que les rodea. La velocidad es una clave de esta generación para captar información. Tienen  la habilidad de realizar multitareas, de manera síncrona y asíncrona, gracias a la multimedia. Prefieren al universo gráfico que el textual. Eligen el acceso aleatorio y hipertextual a los datos, en vez del lineal propio de la secuencialidad y la era analógica. En el aula tienen un
comportamiento muy distinto al tradicional que tuvimos los adultos de hoy. Sus quejas son cada vez más explícitas y concretas. La interactividad  y el conocimiento de recientes tecnologías les provoca seguir aprendiendo nuevas habilidades y competencias cognitivas, digitales y con abundantes recursos tecnológicos. Es posible que dentro de 20 años, estos nativos digitales constituyan  el 70% de la población mundial, por lo que los procesos de aprendizaje se deberán adaptar a las características de estos individuos. Ellos esperan respuestas instantáneas, consumen datos simultáneamente de múltiples fuentes, permanecen comunicados todos el tiempo, crean sus propios contenidos, navegan con fluidez, la multimedia se agiliza en  ambos brazos, toman imágenes digitales que con experticia manipulan y envían, y usan además sus equipos para crear videos, presentaciones multimedia, música y blogs.
Los nativos digitales presentan la posibilidad de relacionarse con cualquier persona a través de la TIC, es decir, explotan los medios como agentes socializadores, tienen  escasa concentración en el aula, contradictoria con la intensa concentración para la captación de otros mensajes, son competentes mediáticamente para aprender y desaprender el uso y producción de los medios y canales de información digital y tienen  capacidad para participar  como actores protagónicos a través de los medios relacionales. Estos niños están haciendo impacto en nosotros los adultos, quienes pasamos a ser  inmigrantes digitales. Los padres y educadores deberíamos conocer en profundidad a esta generación, para que todos esos conocimientos, información, y relaciones digitales ella la utilice con sabiduría para vivir mejor.