lunes, 1 de octubre de 2018

Michelle Bachelet, no se deje engatusar

Isaac Villamizar
Muy Honorable Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU. De un ciudadano venezolano:
No soy yo quien pueda indicarle a usted cómo hacer su trabajo. Me imagino que constatar la situación de los derechos humanos en cualquier país, más aun en Venezuela, que pasó de ser objeto de una simple preocupación en la comunidad internacional, a ser el ojo del huracán en el orbe, debe regirse por una serie de formalidades, protocolos, evidencias e instrumentos, propios de la organización que usted representa.
Mi intención, como ciudadano, integrante de la gran mayoría de mis compatriotas que vivimos en carne propia la tragedia que azota a esta tierra, no es otra que advertirle para que tome sus previsiones, a fin de no dejarse engatusar por la mafia de delincuentes que han asaltado el poder y, con toda la política comunicacional gobeliana, quieren aparentar ahora a nivel internacional como verdades, una sarta de mentiras, de las cuales ya todos los venezolanos estamos intoxicados, más bien “infoxicados” de tanta dizque libertad de expresión. Dirá usted qué quiero decirle con no dejarse engatusar. Bueno, Sra. Bachelet, no sé cómo se dirá en Chile, pero aquí hacemos uso del término en lenguaje muy popular para referirnos a los aduladores de oficio que pretenden aparentar una situación que en realidad no existe. En otras palabras, por la calle del medio, le aconsejo que no se deje engañar.
Seguro que desde que aterrice su avión en Maiquetía será objeto de muchas atenciones del gobierno, suministro de transporte muy cómodo, invitaciones al comedor de Miraflores con las exquisiteces turcas que trajo el insaciable desde Estambul, y demás aderezos para hacerle su estadía muy placentera. Pero como usted ha dicho que vendrá a hacer su encargo sin sesgo, como viene a cumplir el mandato de una resolución que le insta a preparar un nuevo informe, adicional al de junio pasado, de forma “exhaustiva” sobre la situación en Venezuela –que seguramente será sobre si se respetan, se ejercen y se garantizan los derechos humanos en Venezuela-, y habiendo sido ya previamente “bienvenida” por el tirano condenado y prófugo de la justicia venezolana en exilio por corrupción y lavado de capitales, pues no está demás, desde estas humildes cuartillas, sugerirle cómo puede usted redactar su informe lo más objetivo, real y evidente.
Ya que usted va a llegar por Maiquetía, podrá usted constatar con sus propios ojos, los emigrantes que aún con posibilidades económicas, toman un avión para enrumbar a Suramérica y Estados Unidos. Pregunte usted misma en las colas de las líneas internacionales el por qué salen esos viajeros que por ahora no piensan en retorno. También puede darse una visita a la oficinas del SAIME para que le reporten cuantos pasaportes han anulado o confiscado, sin motivo legal alguno, y cuantos personajes importantes del escenario nacional, que se han atrevido a alzar su voz en contra de esta tiranía, los han dejado varados por muchas horas en las sillas de tal oficina, haciéndoles perder su vuelo. Demás está decirle que usted conocerá el artículo 13 de la Declaración Universal de los DDHH, reproducido en el 50 de nuestra Constitución, contentivo del derecho humano de libre tránsito y de ausencia y regreso del país en cualquier momento.  Pero como lo primero es lo primero, saliendo del aeropuerto, en el Estado Vargas y en cualquier Estado del país podrá constatar las condiciones de miseria, de hambruna, de enfermedad, de pobreza extrema, inducida alevosamente por esta tiranía. Recurra por sus propios medios a las colas interminables de cualquier supermercado, abasto, mercado popular, panadería y expendio de alimentos, para que note la tortura que hay que pasar para comprar unas pacas de harina pan, huevos, carne, azúcar o cualquier producto de la canasta básica. Y cuando digo tortura me refiero, Sra. Bachelet, primero a la suerte de conseguir tales productos si los hay, y en segundo lugar, a cómo con un soberanísimo salario mínimo de 1800 Bs es imposible cubrir tal canasta básica, que para el mes de agosto ya había superado los Bs 20.817, repito, soberanísimos, según cifras de CENDAS, porque el habeas data oficial, Sra Bachelet, desapareció del BCV hace rato largo. De esos establecimientos puede continuar por los amontonamientos de bolsas de basura – son muy fáciles de conseguir en Venezuela- para que constate que los que no poseen tan soberano poder adquisitivo, en verdad están comiendo de los residuos que allí permanecen malolientes y putrefactos.  Esto, Sra. Bachelet, le permitirá evidenciar en su informe que los derechos humanos a un salario suficiente, digno y que permita cubrir las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales, y el derecho a la seguridad alimentaria, son letra muerta en los postulados normativos ya descritos, por  usted bien conocidos. Sin embargo, así como le aconsejo en este particular una cosa, le aconsejo otra. Diríjase usted a cualquier plaza Bolívar o centro oficial que tenga que ver con el abastecimiento de alimentos, para que usted también constate que existe una especie de varita mágica llamada “carnet de la patria”, con la que si el venezolano está dispuesto a ser sojuzgado en pensamiento, palabra y acción, ese privilegiado es el único que puede tener acceso a bonos de nombre rimbombantes, dádivas, cajas y bolsas del clap, así como otros beneficios que cada mes anuncia el tirano por cadena nacional. Esto creo que le sea bastante para certificar que el derecho humano a la igualdad, sin distingos de credos, clase social e ideología y el derecho a la protección contra toda discriminación, son una ilusión, una quimera, algo así como un recuerdo con nostalgia de lo que relatan los libros de historia patria pre revolución bolivariana.
No puede usted dejar de visitar cualquier centro asistencial público. Allí, estoy seguro, los pocos médicos y enfermeras valientes que aún nos quedan, porque los demás tomaron vía Chile, por ejemplo, la recibirán con gusto, eso sí, sin intervención de los directores del hospital, para darle una ronda competa por todas las áreas, desde la emergencia, aunque la emergencia está en todo la edificación, pasando por la morgue, los pisos de hospitalización y los quirófanos. A lo mejor por ser usted una Alta Comisionada, se atrevan a surtir de insumos ese día al hospital, si usted avisa a cuál pretende ir. Pero si aparece sin previo aviso, le aseguro que su informe va a reflejar lo que es una realidad cruda y cruel. Los enfermos y pacientes, desde los neonatos hasta los ancianos, el único seguro que tienen es la extrema unción en cualquiera de ellos. Aproveche para hacer una gira, tal como lo hace cualquier venezolano, por incontables farmacias abiertas y de turno. Ni de noche ni de día podrá usted escuchar del dependiente o farmaceuta que abundan los más efectivos antibióticos, los medicamentos y ampollas contra el cáncer, las cápsulas para la tensión y hasta los recolectores de orina y heces. No sé en Chile, pero aquí el dicho “de todo como en botica” es causa de otra nostalgia. De tal forma que el derecho humano más elemental, como es la vida y el derecho a la salud y asistencia médica integral, Sra. Bachelet, se han transformado en el extremo opuesto, es decir, en un exterminio intencionado hacia toda una población, para que los que no podemos o no queremos emigrar, exhalemos pronto nuestro último suspiro por falta de la más elemental protección médica de carácter público.
Muy cordialmente le sugiero que, sin que la mechuda (pregunte usted quién es el personaje) y una fantasmagórica organización de servicio bolivariano de inteligencia lo sepan, se introduzca usted en cualquier centro de reclusión, llámese cárcel, prisión, centro penitenciario, centro policial, mazmorra, helicoide, la tumba, Fuerte Tiuna, similares y conexos. Hable cara a cara con los civiles y militares, presos comunes y presos políticos. Pregúnteles primero la manera en que fueron aprehendidos, secuestrados, desaparecidos forzosa y momentáneamente, interrogados, torturados y enterrados en cualquiera de esas rejas del averno. Luego indague por el estado de su causa judicial, por las veces que los han llevado a las audiencias en tribunales, por la comida y el trato que reciben de sus carceleros, por las pocas facilidades y frecuencia de las visitas de sus familiares y abogados defensores, por las veces que los sacan a patadas cada madrugada de su celda. No deje de preguntarles por la garantía del principio de presunción de inocencia, de asistencia médica, y de comunicación con personas de su confianza. En esos antros de la mayor indignidad humana podrá usted comprobar que esos derechos de debido proceso, de defensa, de integridad personal, física, psíquica y moral, de beneficios de libertad condicional, de inviolabilidad del hogar doméstico y recinto privado, de presentación de orden judicial para visita domiciliaria, son adornos tanto en la declaración susodicha como en la mejor Constitución del mundo anunciada en 1999, ya casi en estertores tanto de hecho como de derecho por pretendida suplantación de una Asamblea Nacional Constituyente ilegítima, que no fue convocada por la ya desaparecida soberanía popular.
Sra. Bachelet, no porque la lista de consejos se haya acabado, sino porque ya puedo caer en el fastidio, y esa no es mi intención, por último le pido encarecidamente que, ya que usted va a ser la privilegiada comisionada bienvenida, categoría que no han podido alcanzar unos cuantos personajes renombrados que no han podido pasar de la mitad del Puente Internacional Simón Bolívar entre La Parada y San Antonio del Táchira, tenga usted no sólo la prudencia sino también la caridad de visitar los estados y municipios fronterizos, especialmente las salidas terrestres hacia Colombia y Brasil. Como los asaltantes del poder dicen que eso de los emigrantes es una fantasía, un cuento de película de Hollywood, camine usted con ese río interminable de venezolanos que, con o sin pasaporte, sólo con la urgencia y la esperanza de encontrar otros horizontes donde si se respetan los DDHH, pasan la línea fronteriza y en bus, en avión desde el Camilo Daza en Cúcuta, en cola, caminando y recibiendo benevolencia de refugios, de conductores, se han convertido en la mayor estampida que se recuerde en décadas de una nación latinoamericana.  Converse con ellos, pregúnteles de sus tragedias, de la familia que han dejado, del trabajo que tuvieron que abandonar, de la osadía de enfrentarse a regiones y culturas desconocidas y hasta de la humillación de someterse a la xenofobia por ser mero venezolano, con el alma llanera atravesada en la garganta.
Sra. Bachelet, a mí me parece que ese informe va a ser el más extenso que usted redacte en sus funciones, si toma consejos como el que humildemente le estoy proporcionando. Va a necesitar de muchos transcriptores y cuando lo vaya a presentar y leer ante las Naciones Unidas, tal vez tengan que convocar a sesiones permanentes, porque habrá mucha tela que cortar. Ojalá que cuando tomen algunas medidas con base a su informe, hayan todavía venezolanos y haya Venezuela, en los cuales y en donde se puedan aplicar. De no ser así, la crisis humanitaria ya reconocida por la ONU, será más bien la sepultura de una nación que pudo ser la más poderosa y rica de latinoamérica, pero que la perversidad, la maldad de un plaga de asesinos y criminales, la convirtieron en tierra de compasión, de lástima y de amargura. No deje de comerse, Sra. Bachelet, una arepa venezolana, reconocida como uno de los mejores platos del mundo, rellena con queso y mantequilla. No le digo que la disfrute con carne mechada ni mucho menos que saboree la “reina pepiada”, porque se va a quedar con el antojo. Estoy seguro que cualquier familia venezolana, en conocimiento de la alta misión que usted estará cumpliendo, tendrá el mayor gusto de hacer un sacrificio para poner un plato adicional en su mesa, con la seguridad que no siendo de las exquisiteces excéntricas de un tal Salt Bae, llevará el mayor y más inocente gusto de unas manos que, clamando clemencia, aún no han perdido su movilidad en la cocina.
Me despido, Sra. Bachelet, augurándole el mayor de los éxitos en su comisión en tierras venezolanas. Y aquí la esperaremos cuantas veces usted quiera venir, sin Plan Vuelta a la Patria de por medio.
@isaacabogado

miércoles, 22 de agosto de 2018

Vicepresidentes Ejecutivos de Maduro no pueden asumir la Presidencia


Isaac Villamizar
Prof. de Postgrado de Derecho Constitucional.

I.- INTRODUCCIÓN
Si hay algo urgente que requiere Venezuela es el rescate de orden constitucional y la vigencia plena -bajo el marco del Estado de Derecho-, de sus instituciones políticas. En un Estado que lejos de comportarse como una entidad donde se desarrollen con normalidad sus elementos existenciales, Pueblo, Territorio y Poder Público, y  en donde, por lo contario, ha habido tránsito incontrolado y cohonestado para enquistarse una élite que usufructúa el poder para cometer desafueros delincuenciales, es preciso que, al cambiar tales escenarios, lo sano y oportuno para la reconstrucción de ese orden constitucional es, por una parte, dotar de mecanismos suficientes a la soberanía popular para que imponga su autoridad y sus derechos, y por la otra, formar y ubicar a los representantes de los órganos del Poder Público en el respeto y acatamiento de la legalidad, en la responsabilidad derivada de la actuación en el ejercicio de tal poder y en la rendición periódica y amplia de cuentas de tales funciones.
El presente estudio jurídico, bajo la óptica del Derecho Constitucional, pretende explicar por qué, ante el escenario posible de la ausencia absoluta de Nicolás Maduro como Presidente de la República, los Vicepresidentes Ejecutivos, por lo menos los designados a partir del 9 de enero de 2017, no pueden asumir la Presidencia de la República.

II.- NICOLÁS MADURO, AL ABANDONAR EL CARGO DE PRESIDENTE, NO PUEDE DESIGNAR VICEPRESIDENTES EJECUTIVOS.
La Asamblea Nacional, mediante Acuerdo del 9 de enero de 2017, acordó:
Declarar que Nicolás Maduro Moros, invocando el cargo de Presidente de la República, ha incurrido en acciones y omisiones que sitúan su desempeño completamente al margen del diseño y funciones constitucionales de la Presidencia de la República…(Omissis).
Declarar, en consecuencia, y de conformidad con los artículos 232 y 233 de la Constitución, que Nicolás Maduro Moros ha abandonado el principio de la supremacía constitucional establecido en el artículo 7 del texto fundamental, el principio del Estado Democrático de Derecho y de Justicia establecido en el artículo 2 de la Constitución, así como las funciones constitucionales inherentes al cargo de Presidente de la República… (Omissis).
Manifestar que la única forma de resolver los graves problemas que aquejan al país y de contener el desmantelamiento de las instituciones republicanas es devolver el poder al pueblo de Venezuela y, por lo tanto, convocar a la celebración de elecciones libres y plurales.
Este acuerdo del parlamento fue declarado nulo por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, mediante sentencia de fecha 11 de enero de 2017. Sin embargo, es oportuno recordar que la designación y conformación de magistrados de esta Sala, resultaron de un acto nulo de nulidad absoluta, ocurrido el 12 Diciembre de 2014, cuando la Asamblea Nacional de entonces procedió a elegir, de manera inconstitucional, a 12 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, entre ellos algunos de la Sala Constitucional, con el voto favorable de la mayoría simple, es decir, 99 diputados. Esta elección resultó de una incongruencia entre la aplicación del Artículo  38 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, y lo previsto en los Artículos 264 y 265 constitucional  que si bien no establecen de manera expresa el quorum de elección de tales magistrados, por lógica constitucional, si la segunda norma señalada requiere de las 2/3 partes de los integrantes de la Asamblea Nacional para remover a los magistrados del TSJ, con mayor propiedad, por Argumentum a pari, su elección se debe acordar con la misma votación necesaria para su remoción. En este sentido, el Dr Allan Brewer Carías, en su estudio “El Golpe de Estado dado en Diciembre de 2014, con la inconstitucional designación de las altas autoridades del Poder Público”(2015), ha afirmado que
Conforme a lo establecido en los artículos 264 y 265 de la Constitución, en efecto, como hemos señalado también se dispone la elección popular en segundo grado de los magistrados del Tribunal Supremo de por la Asamblea nacional, como cuerpo elector, y si bien en los mismos no se precisa como en los otros casos de funcionamiento del cuerpo elector que la elección debe hacerse con el voto de las 2/3 partes de los diputados que la integran, al preverse sin embargo que la remoción de los mismos sólo puede realizarse con el voto de dichas 2/3 partes, se debe entender dentro de la lógica constitucional democrática, que la elección también tiene que realizarse mediante dicha mayoría calificada.
Este argumento de nulidad de la conformación inconstitucional de la Sala Constitucional, no desconoce otros que se aducen relacionados con los vicios en el proceso seguido para tales efectos, relacionados con el Comité de Postulaciones Judiciales, así como de la participación ciudadana, según lo normado en los instrumentos reglamentarios aplicables.
De tal manera que la sentencia de la Sala Constitucional del TSJ del 11 de enero de 2017, en la que se declaró nulo el acto parlamentario del 9 de enero de 2017 de acordar el abandono del cargo de Presidente de la República por parte de Nicolás Maduro, al haberse dictado con una conformación inconstitucional de sus integrantes, y por ser suscrita por una autoridad usurpada, en aplicación de lo dispuesto en el Artículo 138 constitucional, en concordancia con lo establecido en el Artículo 19, numeral 4, de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, el referido fallo se encuentra viciado de nulidad plena.
Resultando entonces eficaz y vigente el acto parlamentario de la Asamblea Nacional de abandono del cargo de Presidente de Nicolás Maduro, desde el 9 de enero de 2017, él tampoco posee competencia para designar Vicepresidentes Ejecutivos, por lo menos los que ha designado desde esa fecha, como lo es Delcy Rodríguez.

III.- RATIFICACIÓN DEL ABANDONO DEL CARGO DE PRESIDENTE POR NICOLAS MADURO.
La Asamblea Nacional, mediante acuerdo de fecha 21 de agosto de 2018, ratificó el estado de abandono del cargo de Presidente de Nicolás Maduro, a raíz de la sentencia emitida por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia legítimo el 15 de agosto de 2018, que lo encontró incurso en los delitos de corrupción propia y legitimación de capitales, y lo condenó a pena de prisión y a inhabilitación política por el tiempo que dure la pena. Específicamente el parlamento venezolano acordó, entre otros particulares:
Ratificar que, mediante acuerdo de fecha 7 de enero de 2017, la Asamblea Nacional declaró el abandono del cargo del ciudadano Nicolás Maduro Moros como Presidente de la República, lo cual produjo la falta absoluta de dicho cargo, y manifestar respaldo político de este Parlamento a la anunciada decisión suscrita por los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, designados y juramentados por esta Asamblea Nacional, del pasado 15 de agosto de 2018.
Reiterar que la ausencia de autoridades legítimas en el Poder Ejecutivo Nacional, junto a la irregular composición y parcialidad política del Tribunal Supremo de Justicia integrado por los Magistrados designados antes de 2015, del Poder Electoral y del Poder Ciudadano, demuestran que en Venezuela, existe un vacío de poder que afecta a todos los órganos del Poder Nacional, salvo a esta Asamblea Nacional, a la Fiscal General de la República y los magistrados designados y juramentados por este cuerpo parlamentario.
Iniciar, a los fines de suplir efectivamente ese vacío de poder en el marco de la Constitución y de los Tratados vigentes, las consultas correspondientes con todos los sectores de la sociedad venezolana para promover un proceso de restablecimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, tal y como lo ordenan los artículos 333 y 350 de la Constitución, y tal y como fuera reiterado en la consulta popular del 16 de julio de 2017.
Todo lo anterior conduce a una primera conclusión, en el sentido que existiendo un abandono de cargo de Presidente de la República, declarado reiteradamente por la Asamblea Nacional, y un vacío en el Poder Ejecutivo Nacional, ningún Vicepresidente Ejecutivo en ejercicio actual o futuro que sea inconstitucionalmente designado en tal función por Nicolás Maduro, puede asumir la Presidencia de la República en caso de la ausencia absoluta de aquél.

IV.- VICEPRESIDENTA EJECUTIVA ACTUAL ESTÁ PRESUNTAMENTE INCURSA EN DELITO QUE IMPEDIRÍA EL EJERCICIO DE LA PRESIDENCIA.
Dejando a salvo los análisis jurídicos que en su oportunidad se realizaron exhaustivamente acerca de la ilegitimidad de la Asamblea Nacional Constituyente, por haberse transgredido groseramente por el propio Nicolás Maduro el ejercicio de la soberanía popular para convocarla, conforme a lo dispuesto en el Artículo 347 de la Constitución, y considerando que uno de los objetivos primordiales de dicho órgano del poder constituyente originario es redactar una nueva Constitución, según lo dispone la citada norma, al haber sido la Vicepresidenta actual postulada y electa como constituyente, y al haber presidido la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, la hace presumiblemente incursa, junto con los demás presuntos constituyentes, en el delito de terrorismo, particularmente en la acción antijurídica de subvertir el orden constitucional y las instituciones democráticas, delito tipificado en el Artículo 7 de la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada. Además, por su carácter de funcionaria pública, conforme al Artículo 18 ejusdem, junto con la pena que se impondría por su presunta responsabilidad penal, sería acreedora de la pena accesoria de destitución y quedaría impedida de ejercer funciones públicas. Esto es necesario aclararlo, a pesar de no haber ninguna sentencia condenatoria firme en esta materia, pero si serios indicios, conocidos de manera pública, notoria y comunicacional, de que se ha cometido tal gravedad de actuaciones, que la incapacitarían para asumir la Presidencia de la República.

V.- QUIÉN ASUMIRÍA LA PRESIDENCIA EN CASO DE AUSENCIA ABSOLUTA DE NICOLAS MADURO.
No sólo hay que considerar que existe un abandono del cargo constitucionalmente declarado por la Asamblea Nacional, que genera el efecto de una falta absoluta. También existe la real posibilidad de que se ejecute la sentencia pronunciada por la Sala Plena del TSJ legítimo de fecha 15 de agosto de 2018, que condenó a Nicolás Maduro a pena privativa de libertad y a inhabilitación política, lo que implicaría que al materializarse la misma, surge la interrogante de quién asumiría la Presidencia de la República. Por las razones expuestas anteriormente no puede asumirla la Vicepresidenta Ejecutiva actual designada por Nicolás Maduro. Y en la Constitución, particularmente en el Artículo 233, no está planteado expresamente el caso de las ausencias absolutas concomitantes tanto del Presidente de la República como del Vicepresidente Ejecutivo. En nuestro criterio, para cubrir este vacío institucional del cargo de Presidente de la República,  la respuesta la presenta la propia Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia legítimo, en su sentencia citada supra de fecha 2 de julio de 2018, que invoca la aplicación extensiva en la línea de suceder, correspondiéndole a la Asamblea Nacional llenar tal vacío constitucional, de conformidad con lo dispuesto en el primer aparte del Artículo 233 de la Carta Magna y, en consecuencia, encargar de la Presidencia de la República al Presidente de la Asamblea Nacional, hasta que se puedan celebrar nuevas elecciones presidenciales, previo nombramiento de nuevos Rectores del Consejo Nacional Electoral, depuración y actualización del Registro Electoral y voto manual con la intervención de observadores internacionales imparciales.
San Cristóbal, 22 de agosto de 2018.

Fuentes consultadas:
www.allanbrewercarias.com
www..asambleanacional.gob.ve
www.tsj.gob.ve
www.tsjlegitimo.org 

lunes, 13 de agosto de 2018

Del columnismo impreso al digital

Isaac Villamizar
Estoy arribando a 35 años de estar escribiendo en los medios. Un 13 de agosto de 1983 apareció mi primer Artículo en el Diario Pueblo. Allí estuve un largo período redactando mis opiniones. Me sirvieron mucho los consejos que me brindaba Francisco (el Gocho) Guerrero Pulido, Jefe Editorial. Luego abrí una columna en Diario Católico que llamé “Balanza Jurídica”, en concordancia con mi programa radial. Mons. Nelson Arellano Roa, su Director, siempre fue muy abierto para que yo, a través de esa columna, escribiera sobre temas jurídicos de orientación para el lector. Posteriormente, vino mi anclaje en Diario La Nación. Todos los directores que han estado allí, mientras he publicado mis escritos, han sido muy amables, y nunca me hicieron observación alguna sobre su contenido. Es decir, he ejercido el columnismo, en otras palabras, el derecho a la libertad de opinión, sin cortapisas, expresando, según mi entender, mis puntos de vista, mis ideas sobre el tópico que abordo cada semana.
Múltiples aspectos de la vida son objeto de mis inquietudes escritas. Me reconozco polifacético para tratar un abanico de temas. Dios me dio el don para hacerlo. Ser columnista implica un arte y una responsabilidad. Es un arte, porque en unos pocos párrafos es necesario dejar claramente expuesta la intención del escritor. Es que al escribir podemos educar, formar, reflexionar, enriquecer, opinar, informar, orientar, motivar, persuadir. La palabra escrita es una herramienta poderosa que va cambiando al mundo. No en vano el invento de Gutenberg contribuyó enormemente a extender la visión de la humanidad. Tengo una disciplina para escribir. Me llama la atención un hecho o un concepto. Empiezo a escudriñarlo en mi análisis, deteniéndome en cómo esa temática pudiera ser más interesante para el lector. Hago un bosquejo mental sobre los elementos o partes del Artículo y el orden que debe seguir. Quizás esto es lo que consume mayor tiempo. Porque cuando ese esquema está claro en mí, ponerme al teclado es fluida la maniobra.
Hace 35 años se escribía sólo en medios impresos. El papel de la rotativa era el tren donde viajaban nuestros pensamientos de una mente a muchas mentes. Pero cuando nos absorbió la sociedad digital, se ampliaron los medios; sin embargo, se mantuvo la inquietud. Porque la mente humana, en sus complejidades, no ha cesado por milenos de alborotar las neuronas, para, al final de esas conexiones nerviosas, expresarnos como lo que somos, seres dotados de inteligencia y voluntad. Entonces, la columna impresa tomó el formato de la columna digital. Y ahora nuestros pareceres van por los blogs, las páginas web, los correos electrónicos masivos, y las redes sociales. Ya no hay que esperar al matutino, al vespertino, al diario o al semanario. Es que la idea nace en esa imaginación y de inmediato puede ser conocida y ampliada su divulgación en cualquier parte del mundo. Sin embargo, debo decirlo, he estado preocupado en esta función de columnista por dos condiciones que me parecen de suma observancia en el uso las letras. La primera es preservar la hermosura de nuestro idioma. Han penetrado las imágenes, las abreviaturas, los emoticones y cuanto símbolo la era digital produce. Pero la riqueza del lenguaje cervantino es monumental, y creo que el buen columnista requiere manejarlo con atino. La segunda es que el columnista –siempre ha sido así y debe seguir así– está obligado a confirmar la fuente y la certeza de la información, que es la materia prima en la producción de su opinión. Aquí está en juego su responsabilidad. Estamos siendo atacados por la infoxicación (término acuñado en esta era tecnológica), y por el mal uso de lo que se denomina el periodismo ciudadano. Me parece que la seriedad con la cual se trata una postura debe originarse de la confirmación de la data y de la noticia. Porque como hoy es muy rápida la posibilidad de estructurar una columna y publicarla, se nos pueden desbordar opiniones descontextualizadas, pues la noticia que la generó resulta falsa. Yo sé que algo va quedando en la conciencia social con los escritos de los buenos columnistas. Vendrán tiempos mejores para escribir sobre la prosperidad y bienestar, más que de las tribulaciones.

lunes, 30 de julio de 2018

¿Cero mata cero?

Isaac Villamizar

Famosa y común expresión de las matemáticas de educación primaria y media, para denotar la simplificación de los ceros de la derecha de cifras del dividendo y del divisor. 

jueves, 5 de julio de 2018

Acta de la Dependencia

      

    Isaac Villamizar

Estoy seguro que si Juan German Roscio y Francisco Isnardi, redactores del Acta de la Independencia del 5 de julio de 1811, vivieran hoy, redactarían más bien un Acta de la Dependencia absoluta que tenemos en Venezuela.

domingo, 7 de enero de 2018

Mundo, demonio y carne en el saqueo atávico

Isaac Villamizar
César Lombroso, Enrique Ferri y Rafael Garófalo son tres autores con cuyas indagaciones los alumnos de Derecho se encuentran en sus estudios de Criminología. Ellos representan las Escuelas del Positivismo Criminológico, en contraposición a la Escuela Clásica o Tradicional. Se centraron en la figura del delincuente, más que en el delito, para definir sus características y comportamientos.

sábado, 6 de enero de 2018

Alcalde Gustavo Delgado: rescate a San Cristóbal

*Isaac Villamizar
Distinguido Alcalde Gustavo Delgado: lo primero que debo decirle, por la calle del medio, es que yo no voté por usted. Y no lo hice porque sencillamente no voté por nadie. Y no voté por nadie, porque...