Isaac Villamizar
Famosa y común expresión de las matemáticas de educación primaria y media, para denotar la simplificación de los ceros de la derecha de cifras del dividendo y del divisor.
En Venezuela hay muchos ceros en el dividendo, pero estamos tan simplificados, que ya ni sencillo tenemos, porque a pesar de lo abultado de la población, estamos prácticamente desapareciendo. Contrariamente, con pocos ceros, el divisor ha hecho su tarea de repartir lo que fue una grande y rellena torta petrolera entre los bandidos, sabandijas, tiranos, narcotraficantes, corruptos y vengativos que pseudo gobiernan, manteniendo el cociente de sus botijas bien pertrechadas.
Los
ceros del dividendo, por mucho que estén a la derecha, no significan sino
hambre, desahucio, enfermedad, muerte y desesperanza. Ha sido tanta la
simplificación, que ya ni reacciona ante este estado de caos, destrucción y
desmoronamiento. Su anomia ante la calidad de vida cero es tal que, en medio de
esta incapacidad de estructurar un mínimo de reacción social, ha producido la
fórmula mágica para pasar de un cero con máximo diámetro a una longitud de
cintura de filamento uno.
Los
pocos ceros del divisor lograron su propósito, según algunos una preparada estrategia
maquiavélica comunista y genocida. Dividieron a la población, dividieron a la
oposición, dividieron la repartición del control de los poderes públicos y
dividieron las parcelas de la tierra minera y del oro negro, para hipotecar de
por vida las esperanzas de algún crecimiento del bienestar común.
Hecha
esta división y la simplificación de ceros, el divisor opera a su antojo al
dividendo, lo estruja, lo exprime, lo aniquila. No se crea que esto no ha sido
matemática financiera calculada de manera precisa. El capital del dividendo lo
han sustraído con el robo, el chantaje, la extorsión. Además, el divisor le
está aplicando intereses acumulados al dividendo, con eso que se llama hiperinflación,
que ya hace estragos entre días y hasta entre horas, y que astronómicamente y
en la vida real incrementa sus ceros, por más que el divisor quiera disfrazar
sus perversas pretensiones, simplificando los ceros que su real gana determine.
De tal manera,
apreciados lectores, que en los cálculos inentendibles de la realidad venezolana,
la simplificación de ceros ha sido útil para unos pocos, que de manera muy
consciente manejan sus cocientes, y a la vez ha sido inútil para muchos, que ya
ni cuenta nos damos de como desapareció el valor del dinero en el tiempo.
Divisiones y ceros que nos convirtieron a la mayoría en minúscula fracción.
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