La Carta Magna pregona que Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia. En particular, el Estado Social es aquél que tiene como objetivo la búsqueda de la justicia social, que lo lleva a intervenir, como Estado Prestacional, en actividades fundamentales. Se trata de un modelo político y socioeconómico que promulga el intervencionismo estatal en ciertas áreas que se consideran básicas para mantener el nivel de vida necesario, a fin de que el individuo participe como miembro pleno de una sociedad.
El Estado Social o Prestacional influye activamente en áreas como la salud,
la seguridad alimentaria, la seguridad personal, la educación, el trabajo, la
vivienda, el subsidio familiar, la cultura, la construcción de obras, la
asistencia social a grupos vulnerables y la protección del ambiente, entre
otras.
Si Venezuela fuera un Estado Social, no
habría neonatos fallecidos por condiciones infecciosas en hospitales públicos.
Si Venezuela fuera un Estado Social, toda persona tendría un empleo asegurado o
se ejercería plenamente la libertad de empresa y de comercio. Si Venezuela fuera
un Estado Social no exhibiríamos deshonrosamente las tasas de homicidios más
altas del mundo. Si Venezuela fuera un Estado Social no estaría desaparecida la
cabilla y el cemento y las cementeras intervenidas estarían produciendo al
máximo de su capacidad instalada. Si Venezuela fuera un Estado Social todos los
establecimientos de víveres y artículos de primera necesidad estarían abarrotados
en sus anaqueles. Si Venezuela fuera un Estado Social las escuelas no tendrían los techos llenos de filtraciones, estarían
dotadas de materiales suficientes para la enseñanza-aprendizaje y los maestros
y profesores serían el mejor personal pagado del país. Si Venezuela fuera un Estado
Social no habría discriminación por razones políticas e ideológicas para tener
acceso a cualquier servicio, beneficios y auxilios públicos y bienes de primera
necesidad. Si Venezuela fuera un Estado Social el problema de la basura
permanente en las grandes ciudades ya estaría resuelto con los métodos más
modernos, actualizados y pertinentes a la protección ambiental.
Venezuela dista mucho de ser un Estado
Social. Venezuela, en realidad, se ha convertido en Estado inepto, secuestrado
por la élite de la burguesía corrupta gubernamental, que niega todos los
derechos sociales y económicos constitucionales, y que manipula
la ignorancia y pobreza de las clases sociales menos favorecidas.
Con este Estado
Social que tiene arruinado espiritual y materialmente a la nación, nunca
llegaremos a un bienestar integral, a la igualdad de oportunidades, al desarrollo
libre de la personalidad, a la formación de líderes para conducir el destino
del país a estadios de potencia envidiable y a la ilusa y por demás
propagandística mayor suma de felicidad posible.*Profesor de Postgrado de Derecho Constitucional y Realidad Social
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