domingo, 16 de marzo de 2014

"Cero críticas"

*Isaac Villamizar

Desconozco las verdaderas razones por las cuales Fernando del Rincón no se detuvo lo suficiente en el punto de concentración de la Av Carabobo. Lo cierto es que luego de estar en el sitio exacto donde falleció Daniel Tinoco, en la carrera 17, pasó rasante por donde estaba congregada una multitudinaria concentración, y luego de breves instantes se fue al hotel a realizar su programa. Allí no apareció una sola imagen de aquella masiva reunión. Esto sería lo de menos, tomando en cuenta que Fernando, a pesar de que el gobierno, que mide la libertad de expresión por tiempo, le haya dado un día luego del reportaje para abandonar el país, tal como él mismo lo señaló, mostró en una sola hora toda la lucha digna y justa que estudiantes  y sociedad civil tachirense están realizando desde sus trincheras, en procura de la libertad, de la democracia y de la atención a sus necesidades más elementales.

Lo que describo a continuación es porque lo presencié. Lo vi con mis propios ojos, en parangón a lo señalado por el famoso periodista y lo escuché con mis propios oídos. Nadie me lo contó. La retirada inmediata de Fernando de la Av Carabobo, provocó en los estudiantes allí concentrados una reclamación airada al público sobre su comportamiento poco adecuado. Indicaron que el reportero se retiró por el desorden, que allí no había una fiesta sino un duelo,  que ellos no sienten una solidaridad contundente de la población, cuando sólo ellos son los que pasan hambre, frío y riesgos en la madrugada, y que, en definitiva, habían perdido una oportunidad para que desde tan emblemático lugar se mostrara a la televisión lo que realmente estaba ocurriendo.

Algunas personas piensan que estas cosas no se deben decir. Que en estos aspectos debe  haber “cero críticas”. Que hablar sobre esto sería hacer “crítica destructiva” y que estos señalamientos contribuyen a apagar la llama encendida de la protesta. Yo pienso lo contrario. La llama de la libertad y de la reivindicación por una mejor calidad de vida sigue encendida. Tal vez no con la contundente llamarada, pero allí está. La libertad de expresión incluye la libertad de pensamiento, la libertad de ideas, la libertad de opinión, la libertad de crítica, la libertad de disidencia. Y la libertad de información incluye la libertad de mostrar la verdad, desde todos sus ángulos, con sus componentes positivos y negativos. Al fin la verdad no se puede distorsionar. Pero este régimen castro comunista venezolano le huye a esas libertades. Le da piquiña la crítica. No acepta la disidencia. Censura la información fidedigna, al restringir las divisas para los medios impresos, al abrir procedimientos amañados a los medios radioeléctricos que no pliegan su línea editorial a los intereses oficiales, al ordenar a las operadoras el bloqueo de internet y de redes sociales, que son de las escasas ventanas al mundo que aún nos quedan. Muchos de los presos políticos están muriéndose en un calabozo porque ciertamente quisieron hacer disidencia, ejerciendo su libertad de pensamiento, de crítica. Aparte de las exigencias sociales, económicas y políticas de los estudiantes y la población, a las cuales hasta ahora este mal gobierno hace oídos sordos, se está luchando por el respeto a los derechos fundamentales, entre ellos la libertad de crítica y de información veraz. Precisamente como este gobierno tiene cercenada la información, ese programa de Fernando fue el destape de una olla de presión, para que el mundo conociera que los tachirenses tenemos dignidad y que no estamos dispuestos a sucumbir ante las garras comunistas.

Libertad, democracia y crítica son elementos entretejidos. Ante un régimen de corte totalitario que pretende imponer un pensamiento único y convertir la verdad en su mentira, lo que debemos cultivar, en exceso, es la crítica. Para mostrar todo los puntos de vista, y para conquistar, no sólo en el texto constitucional, sino en la práctica, el pluralismo. La educación universitaria tiene como fin esencial formar a los estudiantes en un pensamiento crítico. Lo contrario sería negar su rebeldía natural.                                                                                 *Universitario, abogado, columnista y locutor.
                                                                                                                                                              isaacvil@yahoo.com

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