* ISAAC VILLAMIZAR
Los libros son faros levantados en el mar del tiempo. No en vano Cervantes afirmó: “el que lee mucho y anda mucho, va mucho y sabe mucho.” Adquirir el hábito de lectura es construirse un refugio contra casi todas las miserias de la vida. Bacon aseguraba que “la lectura hace al hombre completo. La conversación lo hace ágil. La escritura lo hace preciso.” Bolívar - niño inestable, hiperkinético e insubordinado -, en su juventud, bajo la égida del Marqués de Ustáriz, comenzó a leer los clásicos antiguos y modernos; los enciclopedistas franceses; la literatura griega, romana, inglesa e italiana; la filosofía, la política, la antigüedad, la historia política y la sociología contemporánea. Así fue cimentando una extraordinaria ilustración y formándose un concepto vivo, real, profundo y actualizado del mundo de su época. Desde entonces la lectura sería una de sus grandes pasiones.
En nuestro caso hay temas preferidos por propios gustos e intereses profesionales y académicos. La lectura del Derecho y la Sociología Jurídica nos permite comprender la regulación de conductas sociales, la creación de la norma en los diferentes modelos sociales y políticos, el carácter de los conflictos en la sociedad, las interrelaciones y la dinámica social. Las obras de la Filosofía nos brindan la reflexión continua sobre la existencia, el conocimiento, la verdad, la realidad y la ética. El estudio de la Psicología y del Desarrollo Humano nos faculta conocer la relación de la conducta humana y de los procesos mentales con el entorno físico y social. La investigación del Mercadeo y la Publicidad nos autoriza explicar los procesos que ocurren en el intercambio y promoción de los bienes y servicios. El repaso de la teoría y praxis de la Gerencia de Empresas y la Gerencia Pública nos habilita captar la eficiencia y eficacia en la cooperación organizada y administración de recursos. El examen de los temas de turismo nos permite aumentar nuestra cultura de viajero y la interpretación y ampliación de nuestra cosmovisión. El análisis de la comunicación y de las relaciones humanas nos lleva a comprender cómo la palabra oral y escrita ayuda a mover y accionar la voluntad y a motivar el comentario de la audiencia.
La lectura de temas variados nos ha afirmado nuestro derecho al pluralismo de pensamiento y a la libertad de conciencia. La lectura nos ha enseñado que existe una enorme diferencia entre lo que el comunismo predica y lo que hace en función de gobierno. La lectura nos ilustra que el comunismo, en control del poder político y económico del Estado, no produce bienestar a la gran mayoría de la sociedad. La lectura nos alecciona que en los países otrora comunistas hubo hambre, crimen, deportación, exilio y fracaso de la colectivización de los medios de producción. La lectura nos instruye que el comunismo, en la práctica, siempre ha sido, en todos los países en los que ha existido, la tiranía brutal de una muy pequeña minoría sobre la enorme mayoría de los ciudadanos.
Los libros son faros levantados en el mar del tiempo. No en vano Cervantes afirmó: “el que lee mucho y anda mucho, va mucho y sabe mucho.” Adquirir el hábito de lectura es construirse un refugio contra casi todas las miserias de la vida. Bacon aseguraba que “la lectura hace al hombre completo. La conversación lo hace ágil. La escritura lo hace preciso.” Bolívar - niño inestable, hiperkinético e insubordinado -, en su juventud, bajo la égida del Marqués de Ustáriz, comenzó a leer los clásicos antiguos y modernos; los enciclopedistas franceses; la literatura griega, romana, inglesa e italiana; la filosofía, la política, la antigüedad, la historia política y la sociología contemporánea. Así fue cimentando una extraordinaria ilustración y formándose un concepto vivo, real, profundo y actualizado del mundo de su época. Desde entonces la lectura sería una de sus grandes pasiones.
En nuestro caso hay temas preferidos por propios gustos e intereses profesionales y académicos. La lectura del Derecho y la Sociología Jurídica nos permite comprender la regulación de conductas sociales, la creación de la norma en los diferentes modelos sociales y políticos, el carácter de los conflictos en la sociedad, las interrelaciones y la dinámica social. Las obras de la Filosofía nos brindan la reflexión continua sobre la existencia, el conocimiento, la verdad, la realidad y la ética. El estudio de la Psicología y del Desarrollo Humano nos faculta conocer la relación de la conducta humana y de los procesos mentales con el entorno físico y social. La investigación del Mercadeo y la Publicidad nos autoriza explicar los procesos que ocurren en el intercambio y promoción de los bienes y servicios. El repaso de la teoría y praxis de la Gerencia de Empresas y la Gerencia Pública nos habilita captar la eficiencia y eficacia en la cooperación organizada y administración de recursos. El examen de los temas de turismo nos permite aumentar nuestra cultura de viajero y la interpretación y ampliación de nuestra cosmovisión. El análisis de la comunicación y de las relaciones humanas nos lleva a comprender cómo la palabra oral y escrita ayuda a mover y accionar la voluntad y a motivar el comentario de la audiencia.
La lectura de temas variados nos ha afirmado nuestro derecho al pluralismo de pensamiento y a la libertad de conciencia. La lectura nos ha enseñado que existe una enorme diferencia entre lo que el comunismo predica y lo que hace en función de gobierno. La lectura nos ilustra que el comunismo, en control del poder político y económico del Estado, no produce bienestar a la gran mayoría de la sociedad. La lectura nos alecciona que en los países otrora comunistas hubo hambre, crimen, deportación, exilio y fracaso de la colectivización de los medios de producción. La lectura nos instruye que el comunismo, en la práctica, siempre ha sido, en todos los países en los que ha existido, la tiranía brutal de una muy pequeña minoría sobre la enorme mayoría de los ciudadanos.
El Plan Nacional de Lectura Revolucionaria - nueva disciplina comunista de las “escuadras”-, con la imposición de la recitación de textos socialistas y comunistas, es la aberrante negación de la sabiduría y la desnaturalización de los propósitos sublimes de la lectura. Recomiendo a los súbditos revolucionarios leer los buenos libros primero; lo más seguro es que no alcancen a leerlos todos. Tal vez así comprendan el consejo de Emerson: “Nunca leas un libro que no tenga por lo menos un año; no leas un libro que no sea famoso; siempre lee lo que te guste.”
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