lunes, 5 de julio de 2010

Madre sin vida

Isaac Villamizar
A toda madre le encanta que la atiendan. Se siente halagada si están pendientes de lo que le gusta y le hace falta. Pero el esmero en complacer sus requerimientos no debe ser sólo de la familia. El Estado, según el postulado constitucional, debe proteger integralmente a la maternidad, que no sólo se impone prestar hasta el parto y el puerperio, sino también en la condición que ella asume para sostener un hogar.
La ONG Save the Children acaba de publicar, por undécima vez, su Informe anual sobre los mejores y peores países del mundo para ser madre. La clasificación muestra las enormes diferencias, de vida o muerte, entre dar a luz en uno u otro país. Noruega encabeza el listado del cuidado ideal para las mamás. Una mujer nórdica que hoy dé a luz ha elegido el momento para quedar embarazada, después de recibir 18 años de educación y utilizar métodos anticonceptivos para tener el control sobre su vida sexual. Tras el parto, asistido por personal médico ultra capacitado, disfrutará de licencia postnatal entre 46 y 56 semanas. Muy difícilmente verá morir a su hijo antes de los 5 años. Y si todo va bien, ella vivirá hasta los 83 años. Después de Noruega siguen en el ranking Australia, Islandia, Suecia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Finlandia, Países Bajos, Bélgica y Alemania.
En la cola está Afganistán, en el puesto 160. Una mujer afgana, el día del parto, tendrá un alto riesgo de morir. Una de cada ocho fallecerá por complicaciones antes o después del nacimiento. Sólo el 14 % de las madres serán asistidas en el alumbramiento. En Afganistán la mujer únicamente ha ido 5 años al colegio y sólo el 16 % usa anticonceptivos. Su expectativa de vida no pasa los 44 años. Y alguno de sus hijos morirá antes de los 5 años, por una enfermedad fácilmente evitable.Venezuela se encuentra en un lejano puesto 63 del listado. En nuestro país la mayoría de los hogares monoparentales son de madre soltera, que no puede, como mujer sola, costearse el cuidado infantil ni puede permitirse el lujo de una casa decente. El 12 % de las muertes maternas son por aborto en adolescentes. Una madre nuestra soltera y precoz no tiene acceso a la leche, al queso, a la mantequilla, a los nutrientes y a las vitaminas, menos aún con este desabastecimiento. Una madre soltera venezolana no tiene tiempo para realizarse como tal, de disminuir su ritmo de vida, de tranquilizarse durante el postnatal, de disfrutar plenamente de sus hijos bebés. Porque una madre venezolana tiene una inmensa responsabilidad en mantener un trabajo a tiempo completo, si lo consigue. Una madre venezolana tiene gastos adicionales para encontrar a alguien que cuide a los niños mientras está en su trabajo. Una madre venezolana, si no tiene un seguro de vida colectivo en su labor, no puede pagar una prima para cubrir una póliza suficiente.



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