Isaac Villamizar
En Derecho la responsabilidad representa la posibilidad de exigir a un deudor el cumplimiento de una obligación. La responsabilidad es un elemento agregado a los efectos de garantizar la ejecución de un deber. Gran importancia presenta la responsabilidad en todas las ramas jurídicas, siendo preeminente en los ámbitos civil y penal. En el Derecho Civil la responsabilidad implica la obligación de reparar el daño que se causa a una persona, ya sea por culpa o dolo, e incluso por los hechos de las personas que están bajo nuestra dependencia. En el Derecho Penal la responsabilidad constituye un estado subjetivo del individuo por el cual se afirma su capacidad de asumir las consecuencias jurídico-penales que acarrea un hecho delictivo.
Pero en esta entrega queremos reflexionar sobre la responsabilidad como valor. En este sentido, responsabilidad significa responder, dar respuesta al llamado de otro. Por ello, su raíz etimológica proviene del latín “responsum”. Tiene que ver con las obligaciones personales, familiares, laborales y ciudadanas. Traduce rendir cuentas y obedecer a la propia conciencia, a la ley y a Dios, como el ejercicio del compromiso que dignifica a cada persona. Responsabilidad involucra asumir las consecuencias de nuestras decisiones y acciones. Una persona responsable es aquella que respondiendo al llamado de su conciencia, del Ser Supremo y de sus semejantes, cumple integralmente las obligaciones que derivan de sus propios talentos y capacidades y del lugar que ocupa en el espacio social en el que se desarrolla.
Para acrecentar un apropiado sentido de responsabilidad y que este valor se cultive en cada quien, es preciso revisar tareas y deberes, despertar el afán de superarnos día a día, y ayudar a otros a ser más responsables. Sólo así se consolidará en el mundo la grandeza de la libertad, la satisfacción plena del deber cumplido y la nobleza de servir. Para lograr responsabilidad hay que haber aprendido a oír, a interpretar la llamada por el cumplimiento y a tener capacidad para emitir la respuesta. Son tres pasos que agregan excelencia en nuestra actitud y aptitud de responder.
Si cumplimos fielmente con nuestras encomiendas de trabajo; si observamos a diario las leyes y normas de relaciones en la comunidad, y asumimos, con voluntad propia, las consecuencias de nuestras infracciones; si ponemos la mayor diligencia y celo en el resguardo de los objetos que nos entregan bajo nuestra custodia; si llegamos puntuales al horario establecido para cualquier reunión; si realizamos las labores asignadas en el hogar, sin ninguna excusa y con el mayor espíritu de solidaridad; es posible que Venezuela vaya cambiando hacia el ansiado valor de la responsabilidad. La responsabilidad es la base de la vida, es uno de los pilares más fuertes del éxito, es más que un compromiso, es la mentalidad de hacer las cosas mejor que el común.
En Derecho la responsabilidad representa la posibilidad de exigir a un deudor el cumplimiento de una obligación. La responsabilidad es un elemento agregado a los efectos de garantizar la ejecución de un deber. Gran importancia presenta la responsabilidad en todas las ramas jurídicas, siendo preeminente en los ámbitos civil y penal. En el Derecho Civil la responsabilidad implica la obligación de reparar el daño que se causa a una persona, ya sea por culpa o dolo, e incluso por los hechos de las personas que están bajo nuestra dependencia. En el Derecho Penal la responsabilidad constituye un estado subjetivo del individuo por el cual se afirma su capacidad de asumir las consecuencias jurídico-penales que acarrea un hecho delictivo.
Pero en esta entrega queremos reflexionar sobre la responsabilidad como valor. En este sentido, responsabilidad significa responder, dar respuesta al llamado de otro. Por ello, su raíz etimológica proviene del latín “responsum”. Tiene que ver con las obligaciones personales, familiares, laborales y ciudadanas. Traduce rendir cuentas y obedecer a la propia conciencia, a la ley y a Dios, como el ejercicio del compromiso que dignifica a cada persona. Responsabilidad involucra asumir las consecuencias de nuestras decisiones y acciones. Una persona responsable es aquella que respondiendo al llamado de su conciencia, del Ser Supremo y de sus semejantes, cumple integralmente las obligaciones que derivan de sus propios talentos y capacidades y del lugar que ocupa en el espacio social en el que se desarrolla.
Para acrecentar un apropiado sentido de responsabilidad y que este valor se cultive en cada quien, es preciso revisar tareas y deberes, despertar el afán de superarnos día a día, y ayudar a otros a ser más responsables. Sólo así se consolidará en el mundo la grandeza de la libertad, la satisfacción plena del deber cumplido y la nobleza de servir. Para lograr responsabilidad hay que haber aprendido a oír, a interpretar la llamada por el cumplimiento y a tener capacidad para emitir la respuesta. Son tres pasos que agregan excelencia en nuestra actitud y aptitud de responder.
Si cumplimos fielmente con nuestras encomiendas de trabajo; si observamos a diario las leyes y normas de relaciones en la comunidad, y asumimos, con voluntad propia, las consecuencias de nuestras infracciones; si ponemos la mayor diligencia y celo en el resguardo de los objetos que nos entregan bajo nuestra custodia; si llegamos puntuales al horario establecido para cualquier reunión; si realizamos las labores asignadas en el hogar, sin ninguna excusa y con el mayor espíritu de solidaridad; es posible que Venezuela vaya cambiando hacia el ansiado valor de la responsabilidad. La responsabilidad es la base de la vida, es uno de los pilares más fuertes del éxito, es más que un compromiso, es la mentalidad de hacer las cosas mejor que el común.
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